SOBRE EL ALMA, EL ESPÍRITU Y LA ESCRITURA (LA PERSPECTIVA METAFÍSICA DE LA TEORÍA)

Siguiendo la línea de pensamiento de Klages, vemos en el hombre la existencia en lucha entre alma y espíritu.

El espíritu es mente, es regla, es subjetivo, mientras que el alma es sentimientos, emociones, unión y objetividad.

En el mismo sentido encontramos a Ken Wilber con su filosofía perenne, o al psicólogo norteamericano Jordan Peterson quienes distinguen lo femenino cómo caos, cambio, movimiento y lo masculino, como el orden, la clasificación, lo estático y permanente.

Se manifiestan la rivalidad entre Heráclito y Parmenides. Entre la racionalidad y la experiencia.

El orden es general, abstracto, producto de la mente, y por lo tanto subjetivo, estático, fijo, permanente.  El caos es particular, pequeño, a nivel cuántico, es movimiento, es cambio.

Percibimos el mundo a nivel mental, las cosas tienen un color, una forma, un tamaño. Es categorizable, definible para la ciencia que necesita explicación, que necesita las causas y sentido de los acontecimientos. Es lo que hacemos al tomar la grafología cómo ciencia.

A nivel cuantico, atómico y subatómico no existe el orden, todo cambia todo se mueve, todo es potencial.

El orden es el acto, el caos es la potencia.

Se puede describir un objeto, una persona, una circunstancia, podemos de una persona describir su edad, su ubicación en el espacio de acuerdo a un marco de referencia, pero a nivel particular, atómico y cuántico esto no es posible, la edad no es fijable en un instante, la posición en relación al tiempo y el espacio no es constatable.

Puedes describir mental y subjetivamente un momento, una vivencia, una experiencia, pero a nivel cuántico es imposible, no se puede detener el tiempo, no se puede capturar el instante, es desconocido para la mente, aunque sólo se percibe cómo algo fugaz cómo una sensación de instante que no se puede describir, mentalmente inalcanzable, pero lo sentimos, por eso es caos.

La teoría de la relatividad es orden predecible, la teoría cuántica es caos potencial.

Todo lo que creemos saber de algo, todo lo que describimos de algo lo hacemos desde la subjetividad de la relatividad, desde el punto de vista del observador, analizando mentalmente lo observado.

Todo lo que está sucediendo y no podemos describir es caos, cuando lo percibimos, lo tocamos, le damos orden.

Por eso el orden se construye sobre el caos, debajo de todo orden, no visible está el caos, está el movimiento. El orden es superficial, el caos es profundo, es la base sobre lo que se construye el mundo actual que vivimos.

La comunicación siempre es ordenada. Pensamos según reglas “me gusta creer que la luna sigue ahí incluso si no la estoy mirando” decía Einstein.

El gato de Shroedinger está muerto y vivo al mismo tiempo, hasta que abra la caja y le otorgue un estado, porque es la mente la que le da un estado estático, clasificable. Cuando la vida no tiene estados es proceso, movimiento constante, la mente necesita comprender y por eso categoriza y define.

Todo lo vital, nuestro cuerpo y esencia es caos, es movimiento, es cambio.

Nuestra mente da orden, estructura, nos permite entender y hacer predicciones acorde la experiencia y conocimientos.

Pero la mente también va cambiando porque es parte de nosotros, de nuestra esencia y por lo tanto, por definición, cambia, sin que lo percibamos, es la herramienta que conecta el caos con el orden.

Lo que pensamos es estático, el pensamiento es dinámico, el producto pensado una vez pensado es estático, pero el proceso del pensamiento es dinámico.

Lo que pensamos es estático, el pensamiento es dinámico. Podemos cambiar lo que pensábamos pero lo que pensábamos, dejo de existir, ya no es, para adquirir un pensamiento nuevo que nuevamente se hace estático, es decir, lo pensado es o no es. La posibilidad de cambiar el pensamiento es el caos, pero no sabemos en qué va a cambiar hasta que el pensamiento se ordena y toma forma.

Manifestación cuando escribimos

Cuando escribimos se produce este intercambio entre el caos y el orden de una manera observable, visible y analizable.

La palabra es el acto pensado, la adecuación del acto pensado al movimiento es la escritura, el proceso de cambio.

Por esto el estudio grafológico, permite ver el alma de la persona, ver más allá de lo aparente, y cómo incide el enmascaramiento de la mente, lo que llamamos personalidad.

Categoría: Alma y Espiritu

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